La economía circular es un sistema de producción y consumo que aprovecha la mayor cantidad de recursos para ser eficientemente utilizados como materia prima por medio de la reutilización, reparación, renovación y otras técnicas que ayudan a reducir la generación de residuos y mejorar así el impacto ambiental que causan.
Al contrario del modelo económico lineal tradicional, en el que una producción se usa una sola vez y se desecha, la economía circular busca que un producto pueda ser utilizado todas las veces que sea posible antes de ser desechado definitivamente, e incluso permite que sus residuos se mantengan dentro de un ciclo sin fin, aportándole de este modo un valor adicional.
Algunos ejemplos que hacen parte de la economía circular son el reciclaje de llantas usadas; tiendas como Ikea, que fomentan entre sus clientes la reparación y el reciclaje de sofás, cojines y sillas de la marca; o Ecopapel, una compañía que crea papel a base de materia prima alternativa.
Economía circular en Europa
Alrededor de dos mil quinientos millones de toneladas de residuos son producidas cada año por los países de la Unión Europea. Entre los desechos se incluyen millones de productos pertenecientes a la obsolescencia programada, es decir, aquellos cuya vida útil está previamente calculada por el fabricante, de modo que al cabo de un periodo estipulado el producto pierde vigencia por falta de repuestos, actualización, entre otros, y da pie a la necesidad de uno más avanzado. Con esta modalidad, muchas corporaciones se sostienen, siendo un ejemplo claro de ello las ensambladoras de móviles y ordenadores.
Para adentrarse en este modelo sostenible, en 2020, la Comisión Europea presentó el Plan de acción para la Economía Circular, que se enfoca en gran parte en los sectores de la electrónica, los plásticos, el mercado textil, de la construcción, entre otros.
Un año después, en 2021, el Parlamento lo aprobó añadiendo medidas más estrictas en cuanto a reciclaje para reducir la contaminación ecológica a causa del uso y consumo de materias primas.
Finalmente, en 2022, la Comisión Europea formalizó la revisión de las propuestas para dar inicio a la transición hacia la economía circular.
¿Deberíamos integrarnos a la economía circular?
Existen muchos motivos por los que las compañías deberían unirse a este modelo de producción y consumo sin pensarlo dos veces. Entre los más importantes destaca el hecho de que muchos recursos y materias primas son finitos, mientras que la demanda comercial aumenta conforme lo hace la población mundial.
Otro motivo para tener en cuenta la economía circular al fabricar un producto en masa es la dependencia de proveedores extranjeros para obtener materias primas, como les ocurre a varios países de la Unión Europea.
Por último, pero quizás es el factor más preocupante de todos, se encuentra el impacto medioambiental que tiene la extracción y uso de ciertas materias primas, como un excesivo consumo de energía y altas emisiones de CO2, que fácilmente pueden ser reducidos bajo este modelo de producción sostenible.
Dibath hace parte de la economía circular
En Dibath, nos sentimos orgullosos de pertenecer a la economía circular y apostamos a la expansión de este modelo de producción y consumo. Desde siempre hemos trabajado con una fabricación sostenible utilizando materias primas certificadas dentro de una cadena de producción amigable con el medio ambiente. Asimismo, reciclamos nuestros productos cuando culmina su vida útil, de modo que todo lo que fabricamos hace parte de la cadena de economía circular.